Termina 2014 y con él un año lleno de experiencias e ilusiones. Ha podido ser un año mejor o peor, pero seguro que ha tenido cosas buenas. En estas fechas tan señaladas y sobre todo hoy, último día del año, muchos nos planteamos qué podríamos mejorar en 2015. Seguro que cada uno encuentra sus retos, pero desde aquí queremos proponerte uno:
¿Qué te parecería ahorrar energía, ser más consciente de toda la que gastamos e intentar reducirla con pequeñas acciones cotidianas? El resultado será un beneficio no solo personal, sino global. Algo importante en lo que tenemos que estar concienciados y ser responsables y que además de la satisfacción personal de estar haciéndolo lo mejor posible, te proporcionará importantes ahorros económicos.
Aquí te dejamos 10 consejos para 2015, seguro que los seguirás utilizando a lo largo de los años.
- Aprovecha el Sol. El Sol es la fuente de energía gratuita más grande de la que disponemos. A través de las ventanas se puede llegar a absorber casi un 90% de la energía que calienta un hogar. Aprovéchalo. Durante el invierno, intenta dejar las persianas y cortinas recogidas durante el día para dejar pasar el calor. Como ya sabrás, el Sol no solo sirve para calentarnos, nos permite generar energía eléctrica a través de paneles solares fotovoltaicos y calentar agua con sistemas de solar térmica, no lo olvides.
- Ventila en el momento adecuado. Con 5 o 10 minutos es suficiente para renovar el aire interior de una vivienda. No necesitas estar 30 minutos con las ventanas abiertas, así además de ventilar, conseguirás enfriar toda la casa. Procura hacerlo por la mañana antes de encender la calefacción o en las horas en las que más sol entre por la ventana.
- Elige las mejores ventanas. Existen muchas maneras de abrir una ventana y cada una de ellas es beneficiosa para cada tipo de espacio. Sin embargo, en cuanto a eficiencia energética, las más recomendables son las abatibles ya que evitan los puntos de fuga. Una ventana no está compuesta solo de la carpintería. La elección de un buen vidrio es primordial. El vidrio es la mayor superficie de una ventana y por lo tanto el factor más influyente en el aislamiento térmico y acústico. Elegir un buen cristal puede suponer ahorros de hasta el 60% en calefacción.
- Mantén las ventanas en buen estado. Asegúrate además de que las ventanas no tengan defectos de instalación en las juntas para evitar falta de aislamiento, filtración del agua o problemas de condensación y humedades. Puedes pedirle a un instalador que revise el sellado de las mismas para evitar las pérdidas de calor en invierno y frío en verano.
- Fíjate en el certificado de eficiencia energética, es importante. Entiende que no es un puro trámite impuesto por una norma. Desde hace tiempo cosas tan cotidianas como los electrodomésticos, los coches o las ventanas llevan esta etiqueta. ¿Pero por qué es importante? Porque nos indica la demanda y el consumo energético que va a tener la vivienda, la lavadora o el coche. Es una idea a largo plazo, algo de lo que te vas a beneficiar durante toda la vida útil de ese bien.
- Pásate al LED. Es cierto que renovar todas las bombillas de tu casa o del trabajo puede resultar una inversión económica importante, pero hay que ver más allá de eso. Las bombillas LED pueden reducir tu consumo eléctrico hasta en un 90%. Si aún así cambiar toda la iluminación supone una inversión inicial muy alta para ti, aprovecha para ir cambiando las bombillas que puedas conforme se vayan fundiendo las antiguas.
- Revisa tus facturas. En el caso de la luz, fíjate en la potencia contratada, quizás puedas bajarla para reducir la cuota correspondiente al término fijo, sobre todo si cambias tu iluminación tradicional por LED. Otra manera más sencilla de ahorrar es comparar entre todas las ofertas del mercado y elegir la que más se adapte a nuestro consumo. Puedes ahorrar hasta 168 euros en la factura de la luz y 105 euros en la del gas, una cantidad elevada teniendo en cuenta los precios de la energía.
Los últimos 3 van especialmente dedicados a estas fechas, en las que hay tantos excesos:
- No derroches en iluminación. A todos los fanáticos de estas fiestas les gustan las luces. Párate a pensar en todas las que tienes puestas en casa o en el trabajo. ¿Son suficientes o demasiadas? ¿Las enciendes más de lo que deberías? Intenta que sean LED ya que tienen un consumo muy inferior a las bombillas tradicionales. Enciéndelas solo cuando se vayan a apreciar, es decir, por la noche y no te olvides de apagarlas antes de irte a dormir.
- Mantén la nevera lejos de las fuentes de calor activas como el horno, la estufa y los rayos del sol y evita meter alimentos calientes dentro ya que la diferencia de temperaturas le exige un mayor trabajo.
- Optimiza el uso del horno. Intenta ahorrarte el tiempo de precalentado cocinando todo lo que necesite horno seguido, uno detrás de otro. Además una vez que acabes de cocinar, puedes dejar la puerta abierta del horno para aprovechar ese calor residual y calentar un poco la casa.
¿Tienes otros trucos para ahorrar energía? ¿Cuáles son tus propósitos para el 2015? ¡Cuéntanoslos!
Os deseamos un feliz año nuevo, lleno de salud, trabajo y felicidad.
Fuentes: levante-emv, el periodiquito, el norte de castilla